Quizás en estos tiempos en los que andamos sumergidos de pesimismo y desesperanza debido a la crisis que nos asola, sea una buena solución el hecho de plantearnos dar un giro radical a la vida que hasta ahora llevamos.
Seguramente muchos de vosotros os llevaréis las manos a la cabeza cuando leáis esta opción, que a mi forma de ver, lejos de descabellada, es una puerta que puede abrírsenos a muchos de nosotros. Estoy hablando de la posibilidad de dejar el mundo al que estamos acostumbrados y que últimamente nos yerma tanto y trasladarnos a otro lugar, lugar como por ejemplo a fincas rústicas.
Poneros en situación, a qué no estaría nada mal alquilar o comprar una finca o una parcela donde poder empezar de nuevo con nuestras vidas, o como lugar de descanso y ocio. Exacto, podríamos dar un giro a nuestras vidas comprando o simplemente alquilando una finca rústica.
Existen portales en internet de venta, traspaso o alquiler de este tipo de fincas, dándonos la opción que más cumpla nuestras expectativas. En primer lugar, si estamos interesados en optar por esta posibilidad tendremos que seguir algunos de estos pasos:
- Decidir la provincia y población en la que deseamos realizar esa adquisición como por ejemplo Ávila, Badajoz, Cáceres, Sevilla, Ourense, Zamora…
- Tener claro el tipo de terreno rústico o finca rústica que queremos, es decir, que sea rústica, urbana, urbanizable, no urbanizable… con construcción, superficie…
- Finalmente decidiremos si lo que nos viene mejor en este momento es alquilar, comprar o simplemente buscar un traspaso.
Ahora es un buen momento para realizar algunas de estas adquisiciones ya que el precio de las fincas rústicas, al igual que de la vivienda, ha experimentado una gran bajada. Poneros en situación, vivir en cualquier parte de país, en plena naturaleza, no necesitando nada del exterior, nuestros animalitos, huerto, árboles frutales… todo lo que necesitamos en nuestras manos y todo natural como la vida misma.
Lo que os separa de esta ideal realidad es únicamente la acción de sentarse ante el ordenador y buscar, buscar el terreno, la finca rústica que más se adecúe a nuestras necesidades y gustos, y ponernos a negociar. Una vez llegado a un acurdo, simplemente es empezar con nuestra nueva vida desde cero…
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