Las antigüedades son objeto de admiración y coleccionismo por parte de muchas personas, de hecho, posiblemente de más de las que creemos en nuestro círculo de amigos y conocidos.
La fascinación que producen los objetos antiguos los hacen que sean muy codiciados y deseados, tanto para lucirlos personalmente, en el caso de joyas o relojes, por ejemplo; como para decoración vintage o el coleccionismo, sector este último en el que se pueden descubrir verdaderos aficionados con cientos de artículos en diversos estados de conservación.
Existe una creencia generalizada de que estas antigüedades suelen ser caras, y en efecto existen objetos que son muy caros por su rareza o cualidades artísticas, pero también es cierto que otros están al alcance de todos y podemos adquirirlos a precios bastante ventajosos.
Por ejemplo, a la hora de decorar nuestra casa existen anticuarios en madrid que ofrecen objetos que harán las delicias de cualquier entendido en decoración. Y en este sentido, tampoco es necesario decorarlo todo en esa linea, se puede dar un toque retro en un hogar moderno, lo cual otorga un toque distintivo y de buen gusto.
En los ambientes rurales, lo objetos antiguos son más abundantes pues las casas grandes y familiares son a menudo auténticos baúles que encierran recuerdos de generaciones pasadas y que periódicamente se revisan y, o bien se reutilizan, o bien vuelven al rincón de donde salieron.
A veces conviene, si sospechamos que alguno de estos objetos tiene valor, que un experto anticuario lo examine y valore, pues podemos encontrarnos con la agradable sorpresa de que ese viejo cachivache tiene un gran valor en el mercado adecuado.
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